Este blog es mi particular baúl de recuerdos, una hucha de momentos que me enriquece y me hace sentir que la vida es para vivirla sin prisa pero sin pausa...







jueves, 27 de enero de 2011

Bienvenid@ a mi blog!

¡Hola! ¡Bienvenid@ a mi blog! Y disculpa mi atrevimiento si me he colado en tu tiempo libre sin avisar... Sólo espero que la visita te resulte gratificante, que te encuentres cómod@ y, si te apetece, que participes de este proyecto dejándome tus críticas, sugerencias, peticiones o comentarios.

Y no te creas, ¡que para mí también es algo nuevo! Nunca me había planteado crear un blog, ni mucho menos "desnudar" mis vivencias en internet pero (mira tú por dónde) me ha entrado el "gusanillo" y ¡aquí estoy!.

Pero quizá debería empezar por el principio y explicar por qué este blog se llama como se llama. Siempre me ha gustado este aforismo latino, lo que significa y lo que implica, y lo he utilizado en diferentes ocasiones como pseudónimo en la presentación de trabajos, como una especie de guiño a mis tiempos de bachillerato, cuando todavía se estudiaba eso a lo que llamaban latín.

Sin embargo, fue hace un par de años, durante nuestras particulares vacaciones en Roma, cuando el Carpe diem volvió a aparecer en mi vida. Era un caluroso día del mes de agosto cuando entramos en un restaurante a la hora de comer, en busca de un poco de descanso y un mucho de frescor. En la decoración de aquél local había una fuente y sobre ella una frase: Carpe diem quam minimum credula postero*. Obviamente, no pude dejar de hacerle una fotografía, sin saber entonces que un día como hoy aquella imagen serviría para ilustrar el inicio de mi andadura en el virtual mundo de los blogs.

(* frase acuñada por el poeta romano Horacio (Odas, 11.8) y que traducida literalmente significa: "Apodérate del día, nunca confíes en lo posterior").

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