Este blog es mi particular baúl de recuerdos, una hucha de momentos que me enriquece y me hace sentir que la vida es para vivirla sin prisa pero sin pausa...







sábado, 5 de mayo de 2012

En tonos sepia

Hoy voy a retomar el tema del punto de cruz que, muy a mi pesar, lo tengo un poco abandonado, tanto en el plano real (porque tengo una labor inacabada desde hace meses) como en el plano virtual (porque hace mucho tiempo que no publico nada sobre mi afición favorita). Realmente, si me "psicoanalizo" eso sólo puede significar dos cosas: o me estoy haciendo vieja y no tengo tantas ganas de hacer cosas como tiempo atrás o he perdido interés por el punto de cruz, y como doy fe de que el interés no lo he perdido creo que irremediablemente tendré que aceptar que me voy haciendo mayor (vieja no, que no me gusta).

Pues bien, con este fin he estado buscando fotografías de mis trabajos en tonos sepia. Son de mis favoritos porque con hilos de pocos tonos se consiguen unos efectos de sombras espectaculares. Casi todos los esquemas pertenecen a la colección Vervaco. El unico inconveniente es que los trabajos en sepia que he hecho hasta el momento (porque tengo muchos más en lista de espera), son de temáticas muy variadas, de ahí que los haya agrupado bajo el título genérico de trabajos "En tonos sepia", aunque alguno de ellos ya los he mostrado en publicaciones anteriores.

Éstos son los que todavía no había mostrado:

Lobo ártico.

Pareja al atardecer.

Y éstos los que ya tuvieron su protagonismo en otra ocasión pero que los incluyo aquí a modo recopilatorio, con un enlace a las entradas a las cuales pertenecen:




Y una vez dicho esto, voy a ver si venzo la pereza y retomo la aguja durante un rato para conseguir acabar la faraónica obra que me propuse meses atrás.

martes, 24 de abril de 2012

Sant Jordi en la calle

Como íbamos diciendo, la festividad de Sant Jordi tuvo para nosotros una vertiente escolar y una vertiente callejera (en el mejor sentido de la palabra, claro está). Y es que la tarde del 23 de abril, después de las clases y tras visitar la exposición de rosas, Martín y yo cogimos nuestros bártulos y nos fuimos a patear las calles como está mandado en tal día como aquél.

Era el primer día en que el niño vivía lo que significa celebrar Sant Jordi en una ciudad como Barcelona: mareas de gente que no te dejan avanzar, stands para la firma de libros con colas interminables, cientos de puestos de rosas de variopintos colores (¡hasta de los colores de la bandera del Barça!) y gente, gente y más gente... Al principio Martín se vió un poco sorprendido, pero después se amoldó fácilmente a la situación y, cogidos de la mano para no perderlo, iniciamos el ritual.

Lo primero fue ir al encuentro de Gerónimo Stilton, que firmaba sus libros en un stand de Gran Vía con Paseo de Gracia. Martín llevaba los dos libros que su madrina y yo le regalamos y que, sin previo acuerdo, coincidieron en tener como protagonista al mismo roedor. Resultado: el niño contento por tener sus libros firmados y, de regalo, un marcapáginas acorde con la temática de los mismos:





Desde allí nos dirigimos a otro stand ubicado en la Plaça Catalunya, donde firmaba sus obras Sebastià Alzamora, autor del libro que horas antes me habían regalado en el colegio. Y, "aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid" acudimos a que nos lo firmara. Ya os dije en mi anterior publicación que el premio de la mañana tendría un segundo protagonismo que se concretó en esta dedicatoria, la primera después de muchos años de no vivir la fiesta de Sant Jordi tan intensamente:



Pero lo peor aún estaba por llegar: la interminable cola frente a uno de los stands dispuestos por El Corte Inglés, en el que estaba previsto que Francisco Ibáñez, padre de Mortadelo y Filemón, firmara sus cómics a partir de las seis de la tarde. ¡Hora y media de cola que no avanzaba ni soplándole!. Y es que Ibáñez, fiel a su tradicional forma de dedicar sus libros, se entretenía con cada uno de sus pacientes lectores regalándole una dedicatoria con dibujo incluido.

Pero no había más remedio que aguantar estoicamente nuestro turno porque habíamos decidido que uno de los cómics de Ibáñez era el ideal para regalar a Carlos, quien de pequeño ya había sido lector empedernido de sus tebeos. Al final nos decantamos por un libro de temática futbolera, aprovechando el interés de Carlos por el balompié: Mundial 2010. Coincidencias de la vida, la firma fue prácticamente igual a una que Ibáñez le había hecho a Martín un par de semanas atrás, cuando nos lo encontramos promocionando su último cómic, Londres 2012, en el Centro Comercial Gran Vía 2, así que ahora los dos pueden presumir de autógrafo:






Concluida la hazaña de conseguir la firma de Ibáñez, iniciamos el regreso a casa esquivando la gente que, a pesar del aire que hacía, aún conquistaba las calles de Barcelona, a pesar de ser cerca de las 9 de la noche. Parecía que la gente seguía imbuida del espíritu festivo de la jornada, pero para nosotros ya tocaba hacer balance. ¿Lo peor?, que fui poco previsora y se nos hizo tan tarde que no conseguimos encontrar Pà de Sant Jordi, que era una de las metas que me había propuesto para ese día; seguro que no es nada del otro jueves, pero tengo como asignatura pendiente el probarlo y, lamentablemente, creo que tendré que esperar al año que viene. ¿Lo mejor?, que a Martín le quedaron ganas de repetir porque llegando a casa me preguntó cada cuánto tiempo se celebraba esta fiesta. A lo mejor acababa de entrarle el gusanillo de la lectura y no me había dado cuenta... Si fuera así daría por bien empleado el tremendo dolor con el que se quejaban mis pies, pero creo que no fue más que una ilusión momentánea.

Sant Jordi en el "cole"



Un año más, fieles a la cita con Sant Jordi, el colegio de Martín ha organizado una actividad en la que los niños y las familias, en colaboración, debíamos conmemorar tan insigne fecha. Esta vez, agotadas ya las propuestas de rosas, castillos y dragones de los años anteriores, tuvimos que repetir en el arte floral elaborando una manualidad casera que tuviera a la rosa como protagonista.

Así que, puestos manos a la obra, con la inventiva echando humo y la inestimable ayuda ideológica de internet, nos las ingeniamos para fabricar este florero lleno de rosas:



Creo que ha quedado bastante aparente, sobre todo porque así, a simple vista, nadie diría que el jarrón está hecho con un trozo de tubo de PVC de 12 cm de ancho forrado con cañitas de plástico de color negro. Las rosas son de origami (papiroflexia) y están hechas en dos partes, los pétalos por un lado y el cáliz por otro, uniéndolos después a un palito de brocheta forrado con papel verde y decorado con unas hojas de igual color. He aquí el detalle de la flor:



Para acabar de redondear el tema, le pusimos alrededor una cinta con la bandera catalana de la que colgaba un letrerito con un dragón y un texto alegórico a la celebración de que se trataba y que aprovechamos para poner el nombre y el curso de Martín en la parte posterior.

Y con todas las rosas presentadas por las familias se hizo una pequeña exposición en el vestíbulo del colegio en la que también estaban colgados los poemas que habían hecho los niños días atrás:



Todo ello tuvimos ocasión de visitarlo al salir de clase, el mismo día de Sant Jordi, como uno más de los actos que organiza la escuela para celebrar esta fecha.Y es que, como decíamos al principio, de unos años a esta parte en el "cole" de Martín son bastante fieles a la celebración del día de Sant Jordi y esta vez yo estaba particularmente motivada con el tema, así que colaboré con la causa de dos maneras diferentes.

Por un lado, aproveché una de mis tantas adquisiciones en el Lidl (una plastificadora) para elaborar unos divertidos puntos de libro que Martín llevó a clase para repartir entre sus compañeros y profesores. Ya lo dice mi madre: "el demonio, cuando no tiene nada que hacer, mata moscas con el rabo" pero, si esto sirve para motivar un poco a los niños a la hora de leer yo me daré más que satisfecha. Éste fue el resultado:


Marcapáginas (anverso)

Marcapáginas (reverso)

Ciertamente me resultó un poco laborioso (en cuanto a tiempo) buscar las imágenes y los textos, centrarlos, imprimir y recortar los marcapáginas, plastificarlos y, finalmente, ponerles a cada uno su cintita, pero al final quedé bastante contenta con el resultado y cuando los niños me mostraron su agradecimiento a la salida del "cole" ya dí por bien empleado todo el tiempo que me llevó hacerlos.

Mi otra colaboración vino en forma de participación en los "Jocs Florals" que organiza la escuela cada año. En esta ocasión, y por primera vez, se dió entrada a la participación de los padres en lo que denominaron "Jocs florals familiars", así que no me lo pensé ni un momento y me presenté al certamen literario en cuestión con un texto corto titulado Tiempo de sombrero y en el cual evocaba la historia del colegio tal y como yo la viví en mis tiempos de alumna. Éste fue el resultado:



Sí, ya sé que una se conforma con poca cosa y que a la mínima se pone "figaflor" pero la verdad es que me hizo muchísima ilusión poder participar y, sobre todo, que a quienes lo leyeron les gustara mi texto. Y aunque el premio es lo de menos, tampoco fue nada desdeñable porque, además de la consabida rosa, me obsequiaron con el último Premio Sant Jordi, Crim de Sang, de Sebastià Alzamora...



...premio que tuvo un segundo protagonismo en la tarde del 23 de abril, cuando Martín y yo nos lanzamos a "vivir" la fiesta en plena calle, tal y como contaré en mi siguiente publicación.

domingo, 22 de abril de 2012

Fiestas de Primavera de L'Hospitalet 2012


L'Hospitalet está de fiesta. Como cada año por el mes de abril ya están aquí, fieles a su cita, las Fiestas de Primavera de L'Hospitalet. Y como cada año coinciden en el tiempo con la celebración de la festividad de Sant Jordi y con otro tipo de actividades como el Salón Internacional del Turismo de Catalunya (SITC) que se lleva a cabo en Fira de Barcelona. Así que, como se me han acumulado los eventos este fin de semana iremos por pasos.

Al Salón del Turismo solemos ir cada año y no necesariamente a coger ideas para las próximas vacaciones porque normalmente a estas alturas en casa ya hemos consensuado destino y fechas. Si nada se tuerce, este año iremos a Bélgica y la visita a la Fira nos ha servido para recopilar información con la que organizar nuestro próximo viaje por tierras belgas. Pero en esta ocasión, además, hemos tenido oportunidad de ver unos coches de Fórmula 1 y otros de alta gama que estaban expuestos en uno de los pabellones del Salón y que, vistos de cerca, impresionan; al menos a mí, tan poco habituada a ver Ferraris por la calle, me impresionaron esos cacharros de brillante color rojo:


Ciertamente son espectaculares y según Carlos y Martín, que tuvieron ocasión de meterse dentro de uno de ellos conectado a un simulador, lo son tanto por dentro como por fuera. La experiencia no resultó especialmente cara (5,00 euros por casi un cuarto de hora de "conducción") pero a mi modo de ver tampoco se diferencia tanto de unas carreras en la Wii. En fin...

En cuanto a las Fiestas de la Primavera de L'Hospitalet debo reconocer que habitualmente no suelo prodigarme mucho por este tipo de eventos. Pero este año ha sido una excepción porque hemos tenido la oportunidad de asistir -invitados- a dos de los espectáculos programados con motivo de esta celebración: un musical infantil sobre la abeja Maya (el domingo por la mañana) y el concierto de Los chicos del Coro (el domingo por la tarde). Ha sido una jornada maratoniana pero ha valido la pena.


El musical sobre la abeja Maya ("En un país multicolor...") creo que gustó más a los padres cuarentones que a los niños, algunos de corta edad. Creo que no se acaban de identificar con "nuestros" dibujos animados, lo que convierte a este tipo de espectáculos en un poco inadecuados para todo tipo de edad: para los padres porque ya hemos pasado de estas cosas y para los hijos porque tienen otro tipo de ídolos animados. En cualquier caso, como ya he dicho, íbamos invitados así que tampoco nos vamos a quejar en exceso.

En cuanto al concierto de Los chicos del Coro decir que han venido a L'Hospitalet a presentar un nuevo disco con adaptaciones de canciones de los Beatles:



No tengo ninguna buena fotografía a causa de la iluminación del local, pero se trata del mismo coro, Les petits chanteus de Saint-Marc, que puso banda sonora a la película del mismo nombre. De hecho, fueron las canciones de esa banda sonora las que la gente aplaudió con más entusiamo:



Salí más contenta de este concierto que del musical infantil de la mañana, y es que me gustó como en su día me gustara la película (por cierto, tengo que intentar arañar un rato para poder volver a verla). Lo único criticable desde mi punto de vista es el lugar en el que se llevan a cabo este tipo de espectáculos porque el recinto de La Farga, tan grande y abierto, no me parece el más adecuado: el sonido se expande demasiado. Creo que se les podría sacar más partido si se hicieran en el Teatre Joventut, que es un teatro pequeñito pero como Dios manda y para algo lo tenemos. Pero como ya he dicho se trataba de ir de invitados, asi tampoco nos vamos a exceder con la crítica, que "de bien nacidos es ser agradecidos".


jueves, 19 de abril de 2012

Pan con leche

¿Quién no ha disfrutado alguna vez de un enorme bol de leche fresca lleno de "barquitos" de pan para desayunar?. Será que me estoy haciendo vieja, pero recuerdo con nostalgia mis tiempos de niña cuando en vacaciones, sin el apremio del reloj para ir al "cole", me desayunaba con enorme satisfacción esa delicia de la gastronomía tan poco apreciaba en estos tiempos que corren. En aquella época en L'Hospitalet aún había vaquerías o lecherías que te vendían la leche recién ordeñada y aunque ya peino canas tampoco estoy hablando de la prehistoria sino de la segunda mitad de la década de los años '70. Aunque no solíamos comprar la leche allí sino en la tienda del barrio, en un recipiente de plástico tipo bolsa (como las bolsas en las que se venden las bolitas de mozzarella fresca, pero con capacidad para un litro de leche) mis hermanos y yo sí solíamos pasar de vez en cuando para ver a las vacas a través de los agujeritos de las puertas de madera. ¡Qué tiempos!

Bien, como decía, con la leche fresca que nos compraba mi madre y el pan que -al menos como yo lo recuerdo- sabía a pan, disfrutaba como una enana, hasta tal punto que me acababa todo el contenido de la taza sin beberla, a cucharadas de pan mojado en leche (con Nesquik, eso sí).

Pero esto, como todo, está cambiando. Y no es que uno no pueda darse un homenaje a base de un tazón de leche con pan, sino que las posibilidades para hacerlo ahora son múltiples y variadas. Sin ir más lejos, en los últimos meses he descubierto que uno puede comprar pan y leche fresca (???) a cualquier hora del día, gracias a estos dos dispensadores 24 horas que pudimos fotografiar en sitios tan dispares como Monforte de Lemos (en el caso de la leche fresca) y Santurce (en el caso del pan):



El tema de la dispensadora de leche fresca tiene su "gracia" sobre todo porque está ubicada en Galicia, una de las zonas de mayor producción láctea de toda España. Otra cosa es que nos creamos que es "fresca", tal y como se lee en un pequeño rótulo de la propia máquina, porque para mí (que gracias a la familia "politica" tengo ocasión de ver de dónde sale la leche de verdad) de fresca tiene más bien poco. Pero no puedo juzgar mucho más allá: reconozco que ni la he comprado ni tengo mayor intención de hacerlo, sobre todo porque la máquina en cuestión está colocada en el exterior de una gasolinera, lo que tampoco me parece el lugar más idóneo e higiénico para la venta de este producto.

En cuanto al dispensador de pan, tengo mayores referencias porque está ubicabo en el exterior de la panadería de uno de nuestros clientes, en Santurce. El producto que se sirve a través de la máquina es el mismo que se pone a la venta en la tienda y son los propios panaderos quienes se encargan de rellenar el dispensador. En palabras de los propietarios, la máquina en cuestión funciona a las mil maravillas y están orgullosos de ser los primeros panaderos del todo el País Vasco que disponen de semejante artilugio. Y es que, como ellos dicen, alguien tiene que empezar y el que se arriesga e innova tiene más oportunidades de salir adelante.

En cualquier caso, yo seguiré con los usos y costumbres tradicionales y cuando me apetezca tomar un buen tazón de leche con pan acudiré al brik de la nevera (a falta de auténtica leche fresca de vaca) con pan artesano del que aún se puede encontrar en alguna panadería perdida de la mano de Dios. Eso, o bien me espero a estar en Galicia donde tengo la suerte de disponer de ambos productos sin necesidad de salir de casa.


martes, 17 de abril de 2012

Tortilla de caldo gallego

¡Ver para creer!. Desde bien pequeña mis padres me enseñaron que el caldo gallego, plato muy socorrido en casa, se comía con cuchara. Pero mira tú por dónde, la pasada Semana Santa descubrí que también se puede comer con cuchillo y tenedor en "versión tortilla". Lo ví cuando entramos en una tienda de Delicatessen de Mondoñedo (sí, sí, habéis leido bien: en Mondoñedo, un pequeño pueblecito del norte de la provincia de Lugo, donde también ha llegado la moda de las tiendas de delicias). Como decía, fuimos a esa tienda con la intención de comprar un regalo para unos amigos que nos habían invitado a comer, y no me pude resistir. Enseguida pensé "me lo llevo y lo cuelgo en el blog" (porque, claro está, no quedaría muy fino hacerle la foto en la tienda y no comprarlo). El coste, si bien no fue excesivo (2,30 euros), creo que sí que fue más que suficiente porque, sinceramente, no acaba de entrarme por los ojos el producto en cuestión y dudo que llegue a amortizar el gasto haciendo una tortilla con el contenido de este bote:

En la etiqueta especifican que contiene patatas, grelos, cebolla, refrito, aceites de oliva y girasol y ¡pimiento!... la verdad es que nunca había oído que al caldo se le echaran pimientos pero con esto de la nueva cocina todo es posible. Éste es el aspecto del contenido a través del cristal del frasco:


Como ya expliqué en la entrada sobre la Sidra ecológica (que, por cierto, también descubrí en Mondoñedo), algo se está moviendo en Galicia. No sé exactamente hacia dónde se dirige con ese movimiento, pero doy fe de que la Galicia que yo conocí de pequeña, plenamente rural y sumida en un absoluto letargo, ha dejado de existir.

En fin, que si os atrevéis a disfrutar de esta nueva "delicia" sólo tenéis que decirlo... y de paso después me contáis la experiencia...

domingo, 15 de abril de 2012

Monas de Pascua 2012

Con un poco de retraso sobre el momento previsto (porque el oficio de madre no entiende de blogs y hemos estado de exámenes "post Pascua"), os muestro las que han sido las monas de la familia de este año. Bien, la primera no era una mona propiamente dicha, pero es todo lo que pude hacer con unos bizcochos, unas galletas, "chuches", algunos adornos y la inestimable ayuda de internet, teniendo en cuenta que estábamos en Galicia, a más de´mil kilómetros de Barcelona, donde no se celebra lo de la mona ni nada que se le asemeje y donde, para más INRI, llegamos en día festivo y casi todo estaba cerrado.

Pero como nosotros somos muy chulos, desde que nació Iker -mi sobrino "postizo"- decidimos que el niño tendria su mona como el que más y, de momento, no hemos fallado ningún año. Éste fue el resultado de nuestra aventura:




Ya sabemos que no fue la típica mona a la que estamos acostumbrados aquí pero el "peque" se quedó alucinado al ver su tren y para nosotros eso ya fue gratificación suficiente.

Tema de otro cantar fue la mona que su madrina le regaló a Martín. El tema está en que días atrás se lo llevó a la pastelería y le dejó escoger y, claro está, el niño -que no es tonto- escogió la más grande y la más "actual". No me he atrevido a preguntarle el precio pero creo que mi hermana aún se está arrepintiendo de su osadía.

Y ésta fue la mona que tuvimos en casa a la vuelta de nuestras "mini" vacaciones en Galicia y de la que, para ser sinceros, aún queda un trozo rondando por la cocina. En cuanto a su tamaño... comparadla con la silla del comedor que se ve detrás y echad cuentas...


Por cierto, me he retrasado un poco al colgar las fotos de las monas pero no me digáis que ésta última no está de acualidad!  ;)


viernes, 2 de marzo de 2012

En Cuaresma... ¡buñuelos!

...y si son caseros, ¡mejor!:



Fáciles y rápidos de hacer, pero altamente peligrosos por su condición de hipercalóricos. Mi duda: si son típicos de Cuaresma ¿por qué nos tientan a cometer el pecado capital de la gula?.

domingo, 22 de enero de 2012

Don Pan

Confieso que la idea no es mía. La copié del Papá Noel con el que Fran y Eva, propietarios de la panadería donde tomo el café cada mañana, decoraron su establecimiento la pasada Navidad. Se trata de un muñeco cuyo cuerpo está hecho de vasos de plástico de un sólo uso y que, con un poco de imaginación y pericia ha acabado convirtiéndose en Don Pan, una mascota con este aspecto:




La verdad es que resultó muy fácil y rápido de hacer: tardas más en buscar los diferentes elementos y en componerle el vestuario que en montar el muñeco. Menos mal que ha sido un trabajo de equipo en el que hemos colaborado todos, desde los abuelos hasta Martín, cada uno dentro de sus posibilidades. No en vano, Don Pan se ha convertido en la "mascota" oficial de la empresa familiar y desde hace unos días da la bienvenida a nuestra pequeña exposición de artículos para la panadería y la pastelería.

domingo, 1 de enero de 2012

¡Feliz Año!


Este año, como ya hiciéramos el anterior, hemos decidido darle un aire diferente a nuestra celebración del Fin de Año y hemos pasado estas fechas un poco más hacia el norte, concretamente en Bilbao. Y aunque seguramente entraré en detalles en alguna entrada próxima, vayan por delante mis mejores deseos para el  año 2012 que ahora comienza y que también nos felicita Puppy, el simpático guardián del Museo Guggenheim, al que hemos "vestido" para la ocasión.

martes, 27 de diciembre de 2011

Por Navidad, un calendario

Este año, por Navidad, quería regalar un "detallito" original (y a ser posible de manufactura propia) a la familia y la verdad es que, a pesar de llevar mucho tiempo pensando en el tema, las ideas no estaban por la labor de ayudarme en mi empeño y brillaban por su ausencia. Finalmente, y no sé si por intercesión divina o porque el tiempo se me echaba encima y no le dí más tregua al tema, acabé ideando un calendario del 2012 con fotografías de los primeros 10 años de Martín, que el año que viene cumplirá precisamente una década de vida:




Lo que no me imaginé cuando empecé fue el trabajo que me iba a dar el dichoso calendario, porque no sólo se trataba de "bucear" en el álbum digital para seleccionar las fotos más representativas del niño, sino que después había que recortarlas, ponerles texto, elegirles un fondo adecuado y adaptarlas al espacio disponible, haciéndolas cuadrar con el propio calendario, para después imprimir y plastificar las hojas una a una antes de colocarlas en los soportes que (¡bendito Ikea!) me había "agenciado" hacía unos días. ¡Y todo esto en casa, a escondidas y a horas intempestivas!

En fin, pese al trabajo de chinos, pese a las limitaciones "técnicas" y pese a ser la primera vez que me metía en semejantes berenjenales, el resultado me pareció altamente satisfactorio...



...y ahora tanto los abuelos como los tíos de Martín lo tendrán, día a día, aún más presente si cabe... aunque él, por sí solito, ya se hace notar.

sábado, 24 de diciembre de 2011

Centro de Navidad

"Rozando el larguero" del tiempo, y ya en plena tarde de Nochebuena, por fin conseguí tener a punto el centro de Navidad cuyo diseño hacia unos días que me rondaba por la cabeza. En honor a la verdad tengo que decir que la idea la tomé "prestada" de un centro decorativo que ví en casa de Sonia durante nuestra última visita, así que como mínimo vamos a agradecérselo desde aquí.

Pues bien, con la premisa de esa idea más una pecera redonda de cristal que dormía el sueño de los justos en un armario, una capa de fina arena blanca, una gran vela aromática de color naranja, unas pequeñas bolas de Navidad y unas ramitas de canela atadas con un rústico cordón, me puse manos a la obra y salió el artístico centro de Navidad que ahora decora el recibidor de casa.

Este es el centro visto desde arriba:


Y aquí visto de frente, si bien en este caso he "decorado" la fotografía con el marco mas idóneo que he podido encontrar para las fechas en las que estamos:



¿Quién ha dicho que no se puede ser original en esta época de crisis?. A la vista está que con algunos objetos cotidianos, un poco de tiempo y algo de inventiva podemos hacer que nuestra casa luzca en Navidad sin tener que dejar temblando la tarjeta de El Corte Inglés.

miércoles, 14 de diciembre de 2011

Desayuno con diamantes

Se lo debía. Nos conocemos desde hace la friolera de 21 años y hemos vivido muchas cosas juntas. Pero aún no le había regalado ninguno de mis cuadros, de esos que hago con la perspectiva puesta en cada uno de sus destinatarios. Y -obviamente- al final me lo "recordó", cargada de razón.

El tema está en que cuando me planteo hacer un cuadro para alguien concreto siempre trato de acertar con la temática del mismo, relacionándola con su edad, su vida o sus inquietudes. Por ejemplo, nada mejor que un cuadro clásico o un cestito de flores para la abuela (mi madre), o un desnudo para el dormitorio de mi hermana, o una obra de Miró para mi hermano, o cuadros de temática rural para la casa del pueblo y para mi cuñado, granjero de profesión.

Pero con Sonia no acababa de tenerlo claro y me lo planteé sin éxito muchas veces, hasta que por fin ví esta entrada de croissants caseros en su blog de cocina y recordé que tenía un esquema del cuadro perfecto para ella: el retrato de la espectacular Audrey Herpburn en su papel protagonista de la película Desayuno con diamantes. Así que me puse manos a la obra y este ha sido el resultado:


 
Espero que le haya gustado y que pueda reservarle un huequecito en su pequeño rincón particular. Y, eso sí, la reto a que me invite a desayunar en su nueva casa uno de esos exquisitos croissants... aunque sea sin diamantes.

martes, 13 de diciembre de 2011

Un Dalí en mi salón

Vaya por delante que me he tomado una "licencia artística" a la hora de titular esta entrada porque, ni el cuadro es un Dalí original -¡qué más quisiera yo!- ni en mi casa tengo un salón, sino más bien un modesto comedor que es como nuestro pequeño rincón de reunión y descanso al llegar a casa. En cualquier caso, como este ha sido un cuadro en el que he invertido tanto tiempo y tanta paciencia, no he podido evitar ofrecerle el mejor lugar de la casa para exponerlo y disfrutar de él como si de un verdadero Dalí se tratara.

Y no es para menos: varios meses de puntadas intermitentes y a horas intempestivas, múltiples combinaciones de hilos de tonalidad azul (¡nunca imaginé que un color pudiera tener tantos matices!) y algún que otro traspiés que me obligó a deshacer parte de la labor cuando estaba a media ejecución, acabaron convirtiéndose en este cuadro para el que hemos reservado el mejor sitio de nuestro comedor:


Afortunadamente, he quedado gratamente satisfecha con el resultado, y no sólo por el trabajo en sí sino porque me recuerda al pequeño cuadro que desde niña siempre he visto en casa de mis padres y a nuestra última visita a Figueras, hace ya un par de años, durante la cual tuvimos ocasión de imbuirnos de todo el espíritu daliniano. Pero nuestros avatares y descubrimientos durante aquella visita quedarán para una futura y ¿próxima? entrada.

lunes, 12 de diciembre de 2011

Halloween 2011


Como seguramente recordará quien habitualmente lea este blog, la etapa educativa de Martín (y la de tantos otros niños de su edad) viene marcada plenamente por la tan traida y tan llevada teoría de la interacción, acertado e intelectual vocablo con el que desde la escuela quieren hacernos partícipes a los padres de las tareas manuales de los hijos. Resumiendo: cuando llega cualquier fecha significativa somos los padres, en escueta colaboración con los hijos, quienes debemos mostrar todas nuestras habilidades en el complejo mundo de los trabajos manuales.

Y como no podía ser menos, este año también nos tocó sacar partido de nuestras neuronas para idear la manualidad conmemorativa de Halloween, trabajo que debía tener como protagonista indiscutible a la castaña. Difícil papeleta la nuestra: ¿cómo idear algo original con un fruto tan simple -y tan pequeño- como una castaña?. A las puertas del colegio fueron muchos los padres y madres que enseguida pensaron en salvar la papeleta fabricando un muñeco a base de castañas, pero nosotros queríamos ser algo más originales e innovadores y optamos por hacer un móvil donde cada una de las castañas fuera, en sí misma, un personaje.



El primer problema que se nos planteó fue el del transporte y posterior exposición del "artefacto" en cuestión. Necesitábamos idear la forma en la que el móvil pudiera estar expuesto durante unos días en su correcta posición, es decir, colgado, y a la vez era imprescindible facilitar su transporte hasta el colegio porque era Martín quien tenía que llevarlo. Con estas premisas, y gracias a la pericia de Carlos y a la infraestructura de su taller, logramos fabricar una base de madera maciza con ruedas de la cual surgía una especie de mástil vertical sobre el que colgar el móvil.

Sorteado ese pequeño escollo, nos pusimos manos a la obra y, entre telas, pegamentos, gomets y rotuladores, nos pasamos la tarde del domingo disfrazando castañas de los más diversos personajes acordes con la festividad de que se trataba: brujas, murciélagos, arañas, gatos negros, calabazas, fantasmas y vampiros.

Y éste fue el resultado final, en vista panorámica:


...y en detalle:


Afortunadamente -y aunque sólo fuera como justa reciprocidad por el tiempo invertido- recibimos las felicitaciones del profesorado del centro. Ni que decir tiene que eso ya compensó con creces nuestra dedicación a la manualidad aunque, para ser sinceros, cada vez nos gusta más esa especie de sana competición que se establece ante cada nuevo reto escolar. Es como si, por unos momentos, dejáramos a un lado nuestros 40 años bien cumplidos y volviéramos a ser los niños que fuimos.