Este blog es mi particular baúl de recuerdos, una hucha de momentos que me enriquece y me hace sentir que la vida es para vivirla sin prisa pero sin pausa...







martes, 24 de abril de 2012

Sant Jordi en la calle

Como íbamos diciendo, la festividad de Sant Jordi tuvo para nosotros una vertiente escolar y una vertiente callejera (en el mejor sentido de la palabra, claro está). Y es que la tarde del 23 de abril, después de las clases y tras visitar la exposición de rosas, Martín y yo cogimos nuestros bártulos y nos fuimos a patear las calles como está mandado en tal día como aquél.

Era el primer día en que el niño vivía lo que significa celebrar Sant Jordi en una ciudad como Barcelona: mareas de gente que no te dejan avanzar, stands para la firma de libros con colas interminables, cientos de puestos de rosas de variopintos colores (¡hasta de los colores de la bandera del Barça!) y gente, gente y más gente... Al principio Martín se vió un poco sorprendido, pero después se amoldó fácilmente a la situación y, cogidos de la mano para no perderlo, iniciamos el ritual.

Lo primero fue ir al encuentro de Gerónimo Stilton, que firmaba sus libros en un stand de Gran Vía con Paseo de Gracia. Martín llevaba los dos libros que su madrina y yo le regalamos y que, sin previo acuerdo, coincidieron en tener como protagonista al mismo roedor. Resultado: el niño contento por tener sus libros firmados y, de regalo, un marcapáginas acorde con la temática de los mismos:





Desde allí nos dirigimos a otro stand ubicado en la Plaça Catalunya, donde firmaba sus obras Sebastià Alzamora, autor del libro que horas antes me habían regalado en el colegio. Y, "aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid" acudimos a que nos lo firmara. Ya os dije en mi anterior publicación que el premio de la mañana tendría un segundo protagonismo que se concretó en esta dedicatoria, la primera después de muchos años de no vivir la fiesta de Sant Jordi tan intensamente:



Pero lo peor aún estaba por llegar: la interminable cola frente a uno de los stands dispuestos por El Corte Inglés, en el que estaba previsto que Francisco Ibáñez, padre de Mortadelo y Filemón, firmara sus cómics a partir de las seis de la tarde. ¡Hora y media de cola que no avanzaba ni soplándole!. Y es que Ibáñez, fiel a su tradicional forma de dedicar sus libros, se entretenía con cada uno de sus pacientes lectores regalándole una dedicatoria con dibujo incluido.

Pero no había más remedio que aguantar estoicamente nuestro turno porque habíamos decidido que uno de los cómics de Ibáñez era el ideal para regalar a Carlos, quien de pequeño ya había sido lector empedernido de sus tebeos. Al final nos decantamos por un libro de temática futbolera, aprovechando el interés de Carlos por el balompié: Mundial 2010. Coincidencias de la vida, la firma fue prácticamente igual a una que Ibáñez le había hecho a Martín un par de semanas atrás, cuando nos lo encontramos promocionando su último cómic, Londres 2012, en el Centro Comercial Gran Vía 2, así que ahora los dos pueden presumir de autógrafo:






Concluida la hazaña de conseguir la firma de Ibáñez, iniciamos el regreso a casa esquivando la gente que, a pesar del aire que hacía, aún conquistaba las calles de Barcelona, a pesar de ser cerca de las 9 de la noche. Parecía que la gente seguía imbuida del espíritu festivo de la jornada, pero para nosotros ya tocaba hacer balance. ¿Lo peor?, que fui poco previsora y se nos hizo tan tarde que no conseguimos encontrar Pà de Sant Jordi, que era una de las metas que me había propuesto para ese día; seguro que no es nada del otro jueves, pero tengo como asignatura pendiente el probarlo y, lamentablemente, creo que tendré que esperar al año que viene. ¿Lo mejor?, que a Martín le quedaron ganas de repetir porque llegando a casa me preguntó cada cuánto tiempo se celebraba esta fiesta. A lo mejor acababa de entrarle el gusanillo de la lectura y no me había dado cuenta... Si fuera así daría por bien empleado el tremendo dolor con el que se quejaban mis pies, pero creo que no fue más que una ilusión momentánea.

No hay comentarios:

Publicar un comentario