Este blog es mi particular baúl de recuerdos, una hucha de momentos que me enriquece y me hace sentir que la vida es para vivirla sin prisa pero sin pausa...







martes, 24 de mayo de 2011

Baberos y bolsitas

Hoy cambiaré de tercio y retomaré el tema del punto de cruz publicando parte del ajuar que bordé para Martín durante el embarazo hace ya la friolera de ¡9 años!...  Lo cierto es que hasta ahora he ido postergando el tema en cuestión porque las fotografías que tengo no son muy buenas pero después de valorar la alternativa (rebuscar entre las cajas y cajas de ropa de Martín y tomar nuevas fotografías) he decidido que para mostrar los trabajos y dejar constancia de los mismos tendrán que valer las fotos que tengo (al menos, de momento).

El caluroso verano del 2002, con una tripa que retaba la gravedad y un "inquilino" que no dejaba de moverse en mi interior, lo pasé entre telas e hilos bordando lo que después sería parte del ajuar del futuro bebé: baberos grandes y pequeños, redondos y cuadrados, con el nombre de Martín y sin él... Ciertamente, si llego a saber el uso que después les daría no habría bordado tanta cantidad porque resultó que el niño los utilizó muy poco y algunos de ellos quedaron prácticamente sin estrenar.

De entre todos ellos, y respetando siempre el criterio de utilizar motivos infantiles, los que más me gustaron fueron los que tenían como protagonista a una familia de patos...


...pero también los bordé con otros animalitos...


...y, ya de mayor tamaño, los preparados para la merienda....


...y para las grandes comidas de las que Martín nunca fue fan incondicional:


Otra variante fue la de un pequeño babero decorado con elefantitos que se complementaba con una bolsita de tela destinada a guardar el chupete. Y he ahí otro error de previsión: Martín nunca quiso el chupete, ni siquiera el primero de ellos que se utiliza para los bebés recién nacidos, así que ahora tengo guardada una flamante bolsita bordada que acoge en su interior -como un recuerdo más- un chupete casi sin estrenar:


Y, hablando de bolsitas, éstas son las que bordé con el nombre de Martín para el inicio de su andadura escolar, en P3, cuando tenía 3 añitos recién cumplidos: la pequeña, para llevar el desayuno; la grande, para dejar en el cole una muda de ropita limpia con la cual poder solucionar los posibles "percances":


Ésta es sólo una parte del ajuar con el que Martín vino al mundo. De él forman parte también sábanas de cuna, toallas, una capa de baño... pero de todo ello no tengo fotos, así que tendré que esperar a lograr la paciencia y el tiempo suficientes para hacer un reciclaje de armarios y dejar constancia gráfica de todo ello. Por la cuenta que me trae, espero que esa paciencia, y sobre todo ese superávit de tiempo, no tarden mucho en llegar...


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